
Es cierto que en nuestro país estamos al debe en libertad de expresión y diversidad de medios, casi no tenemos periodismo de investigación, los medios están concentrados en dos grandes conglomerados de similar ideología y la televisión transita, dentro de sus propias crisis, entre el show de la ficción y las imágenes repetidas hasta el hastío de delincuencia y fútbol.
Por eso, la idea planteada por la candidata a ministra de la Corte Suprema, Dobra Lusic, en relación a una eventual mayor regulación a los medios, no sólo me parece desafortunada, sino carente de todo sentido en una industria donde, al revés, necesitamos una prensa más inquisidora y firme, sobre todo cuando se trata de los poderes del estado o de las instituciones que, de un tiempo a esta parte, han mostrado prácticas alejadas de su función pública cuando no derechamente prácticas ilegales para la indignación de la ciudadanía.
Creo que la sola aseveración de la candidata la inhabilita para el cargo. He de esperar que la clase política de señales correctas al respecto.